¿Sabías que estas 6 cosas psicológicas te hacen menos atractivo?

¿Qué te gusta de una persona? Muchos de nosotros, al principio, responderíamos con cosas como «alguien alto» o «me gustan los ojos verdes». Pero, ¿qué pasa con esas veces en las que miras a las personas que te han gustado en el pasado y piensas para ti mismo: «pero no todos se parecen»? O cuando te encuentras con alguien que parece ser tu ideal en todos los sentidos sobre el papel, pero cuando los conoces te preguntas: «¿quién eres?». La respuesta a ese misterio es que la atracción se basa en tres cosas: los consideras accesibles, crees en factoides positivos sobre ellos y si te hacen sentir bien. Si la trifecta está incompleta, esto podría llevar a no sentir atracción por la persona, sin importar lo impactante que sea su sonrisa hollywoodense. Aquí hay seis cosas psicológicas que te hacen menos atractivo/a.

Número 1: Falta de sueño

No importa cuánta cafeína tengas, la falta de sueño pasa factura en todo. Esto puede arruinar la primera impresión al conocer a alguien. Cuando conoces a alguien por primera vez, tienes una cantidad limitada de información para decidir tus próximos pasos, ¿deberías acercarte más o alejarte lentamente? Como seres humanos, confiamos inicialmente en la vista para dar esa rápida evaluación inicial. Entonces, si apareces como una patata hecha polvo, tu potencial como amigo de selfies o de Instagram no es lo único que quedará por debajo de lo esperado. Otros factores de atracción, como la apariencia de salud y confianza, también se ven afectados.

Número 2: Olor corporal

El olor corporal es algo a tener en cuenta. Tenemos algo llamado Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC), un grupo de genes que codifican para ayudar al sistema inmunológico y que implica el olor corporal. Bañarte en colonia no cambia nada. Estudios han demostrado que las mujeres se sienten más atraídas por hombres con MHC disímiles a los suyos, lo cual estimula la variabilidad genética y, por ende, un sistema inmunológico más fuerte.

Número 3: Obsesión por la apariencia

A todos nos gusta vernos y sentirnos bien, pero no hagamos que eso se vuelva excesivo. Es cierto que los encuentros iniciales están fuertemente influenciados por la atracción física, pero esto es pasajero. No importa cuán atractiva pueda parecer alguien, si solo se preocupan por su imagen, eso se convierte en un factor repulsivo. Al final, necesitamos sustancia y si lo único que obtenemos es apariencia y nada más, esa interacción se queda en el aire.

Número 4: Falta de humildad

Cuando tienes éxito, ¿te pavoneas diciendo que tú lo lograste todo, que eres legendario/a y que lo hiciste todo tú solo/a? ¿O le das crédito a aquellos que te ayudaron, como amigos, profesores, familiares e incluso a ese cajero que se quedaba cinco minutos después del horario solo para asegurarse de que puedas comprar algo de comer al final de la noche? La humildad, una visión moderada de uno/a mismo/a, se descubrió que no solo ayuda a iniciar, sino también a mantener relaciones románticas, siendo valorado/a como más atractivo/a que los arrogantes. Aunque nos gusta contribuir por el bien de la causa, aún queremos ser reconocidos por nuestra aportación, ya sea en un proyecto o una asociación. Si ese reconocimiento es usurpado y solo se menciona a una persona en los créditos finales, tendemos a sentirnos engañados, traicionados o utilizados.

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Número 5: Exceso de sonrisas o demasiado orgullo

Relacionado con el punto anterior, todo se trata de cómo te presentas o te ves en las fotos. Si te ves arrogante y orgulloso, o si sonríes exageradamente, se transmite el mismo mensaje que la falta de humildad. Esta expresión no verbal implica que tal vez esa sonrisa no se pueda confiar y que el orgullo puede estar por encima del bienestar de cualquier otra persona que no sean ellos mismos.

Número 6: Lenguaje corporal contractivo

Las tortugas son bonitas, pero solo porque son tortugas. Tú eres humano, así que no intentes emularlas. Un estudio realizado entre universidades encontró que las personas se vuelven más atractivas cuando su postura y comportamiento corporal son más expansivas, como tener los brazos abiertos y una espalda erguida. Dicha postura envía señales de bienvenida. Por el contrario, el lenguaje corporal contractivo, como cruzar los brazos y las piernas o encorvarse, disminuye la deseabilidad, ya que transmiten el mensaje de «no te acerques, me estoy cerrando a ti». Así que, si quieres dar la bienvenida a las personas, déjate llevar y pon tu cuerpo en ello.

Solíamos pensar que la atracción era igual a la belleza física, pero ahora sabemos que la atracción es algo complejo que involucra a la persona completa, tanto por dentro como por fuera, con todas sus imperfecciones. ¿Has notado alguna de estas cosas en ti mismo/a o en los demás? ¿Has intentado cambiar algo y cómo te ha funcionado? Nos encantaría que compartieras tus experiencias en los comentarios. Si te ha gustado el artículo, ¡te agradeceríamos que nos dieras un like! ¡Gracias por leer y nos vemos la próxima vez!

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