Siempre que pienses en una persona tóxica, ¿qué es lo primero que te viene a la mente? A veces, los rasgos tóxicos no son tan evidentes y pueden pasar desapercibidos por un tiempo. Puede ser difícil mirar hacia adentro y considerar si tienes estos rasgos, pero también te brinda la oportunidad de convertirte en un mejor amigo, familiar y pareja.
En este artículo, aprenderemos sobre seis señales de que te estás convirtiendo en una persona tóxica. Si notaste que tienes algunas de estas tendencias, no te desanimes. El objetivo es ayudarte a reflexionar y ver si hay áreas de mejora en tu estilo de comunicación o comportamiento que podrían beneficiarte al cambiar. ¡Así que vamos allá!
Número uno: eres argumentativo
¿Te encuentras constantemente discutiendo o emocionándote cuando surge un conflicto? Si es así, podrías estar actuando de manera tóxica hacia las personas que te rodean al causar desacuerdos innecesarios.
Por supuesto, es normal discutir ocasionalmente con las personas en tu vida. Las desavenencias ocurren de vez en cuando. Pero si se trata de un patrón constante y te resulta difícil mantener relaciones pacíficas, vale la pena considerar si estás empezando peleas que podrían evitarse.
Número dos: nunca admites errores
Todos cometemos errores y a veces incluso lastimamos a las personas involuntariamente. Pero la forma en que actuamos después de esos deslices puede marcar una gran diferencia en nuestras relaciones. ¿Cómo respondes en estas situaciones?
Una señal reveladora de que no puedes admitir tus errores es que a menudo dices «lo siento que sientas» en lugar de decir «lo siento que hice». En lugar de asumir la responsabilidad y disculparte cuando te equivocas, es posible que tiendas a echarle la culpa a alguien o algo más. Una forma de evitar este comportamiento tóxico es escuchar las preocupaciones de los demás antes de ponerte a la defensiva y enfocarte en resolver el problema en lugar de tener la razón.
Número tres: no puedes evitar el drama
Siempre que te encuentres en medio de un drama, ya sea en el trabajo, en la escuela o en tu vida personal, puede ser útil reflexionar y preguntarte si todos los demás están equivocados o si hay algo que puedas cambiar para mantener relaciones más pacíficas.
Algunas personas simplemente tienen personalidades diferentes y no se llevan bien, pero también puede haber otra causa. Por ejemplo, ¿te hace sentir importante el drama porque toda la atención está centrada en ti? ¿Te entretiene? En ese caso, este podría ser un comportamiento tóxico que podría tener un efecto negativo en tu vida y en la de los demás.
Número cuatro: eres celoso y posesivo
¿Te pones celoso de tus amigos o parejas? Para profundizar en esta pregunta, observa cómo te sientes cuando las personas cercanas a ti salen con otros. ¿Sientes un sentido de posesividad o tienes la necesidad de controlarlos? Esto podría ser un comportamiento tóxico que debes monitorizar más de cerca.
Comunicarte abiertamente con tus amigos o pareja sobre establecer límites razonables puede ser beneficioso. También es importante ser consciente de tus sentimientos de celos. Recuerda que solo porque un amigo disfrute pasar tiempo con alguien más, eso no significa que tu relación es menos importante para él.
Número cinco: eres excesivamente competitivo
Bajo circunstancias normales, la competencia es saludable. La mayoría de nosotros queremos sobresalir y sentirnos por encima del promedio. Pero también es importante celebrar los éxitos de los demás y animarlos, especialmente a quienes amamos. ¿Cómo te sientes cuando escuchas sobre el éxito de un ser querido? ¿Te alegras por ellos o sientes la necesidad de minimizarlo?
Si te encuentras menospreciando los logros de los demás y solo celebrando los tuyos, podrías estar involucrándote en comportamientos tóxicos. Hay espacio para que todos ganemos. El viaje de cada persona es diferente y los logros de los demás no disminuyen los propios.
Número seis: eres extremadamente crítico con los demás
Cuando tienes una relación cercana con alguien, a veces puedes bromear el uno con el otro. Incluso puede ser una forma de establecer un vínculo con tu amigo o pareja y mostrar cuán cómodo te sientes con ellos. Pero puedes cruzar la línea y hacer que alguien se sienta negativo consigo mismo cuando señalas sus defectos.
A veces, estas críticas no tienen que ser serias. Burlarse de las personas o hablar con un tono irrespetuoso, ya sea sarcásticamente o no, puede ser una forma tóxica de comunicarse. Si te descubres haciendo bromas o comentarios que desvalorizan a los demás, pregúntate si podría estar afectando su autoestima.
¿Te relacionaste con alguno de estos puntos? Si llegaste hasta el final de este artículo, tómate un momento para apreciar tu dedicación al aprender más sobre rasgos tóxicos y considerar en qué aspectos puedes mejorar en tus relaciones. Eso en sí mismo es un logro. Ya sea que hayas reconocido algunos de estos rasgos en ti mismo o no, recuerda que todos tenemos espacio para mejorar. Tu deseo de reflexionar sobre tus propios hábitos te convertirá en un mejor amigo, compañero de trabajo, familiar, etc.
Pedirle a los demás comentarios sobre tu estilo de comunicación, incluido lo que les gustaría que hicieras más o menos, puede ser una forma sencilla de evitar comportamientos tóxicos y mejorar tus relaciones.