6 Señales Inusuales de Ansiedad

¿Te has sentido más nervioso últimamente? La ansiedad es una parte normal e incluso necesaria de nuestra vida. Nos alerta de los peligros y nos ayuda a prepararnos para diferentes situaciones. Sin embargo, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), la ansiedad se convierte en patológica cuando comienza a afectar significativamente nuestro funcionamiento diario y diferentes aspectos de nuestra vida.

A pesar de que hoy en día tenemos acceso a más información sobre la ansiedad que nunca, todavía existen muchos conceptos erróneos al respecto. Por eso, si estás preocupado de estar desarrollando ansiedad, aquí tienes seis cosas que no sabías que están relacionadas con ella:

Número 1: Amenazas imaginarias

Ya sabes que la ansiedad es una respuesta al peligro y la incertidumbre, pero ¿sabías que no necesita ser desencadenada por una amenaza real? La ansiedad puede ser desencadenada por casi cualquier cosa, así como por nada en particular. La mente es una herramienta poderosa capaz de inventar una amenaza que, sin importar cuán irracional sea, se sienta muy real. Por ejemplo, algunas personas pueden evitar por completo los entornos sociales porque están convencidas de que los demás las juzgarán o ridiculizarán, a pesar de no tener ninguna razón para creerlo.

Número 2: Manifestaciones físicas

La ansiedad no se limita a tus pensamientos, también puede afectar a tu cuerpo, lo que es otra prueba del poder de la mente. Algunas manifestaciones físicas comunes de la ansiedad incluyen dolor en el pecho, urticaria, problemas gastrointestinales, tensión muscular y trastornos del sueño. Además, la ansiedad puede tener manifestaciones físicas menos conocidas y más sutiles. Por ejemplo, puedes tener dolor en la mandíbula o en la cara debido al hábito de apretar o rechinar los dientes durante el día o mientras duermes. También puedes experimentar hipo persistente debido al estrés patológico.

Número 3: Condiciones de salud que pueden aumentar el riesgo

Aunque los síntomas físicos pueden derivarse de la ansiedad, tener enfermedades crónicas o graves también puede aumentar el riesgo de desarrollar ansiedad. Esto puede deberse a la preocupación constante asociada comúnmente con enfermedades, dolores o la amenaza de la muerte. Esto puede ser especialmente cierto para personas que padecen diabetes, enfermedades cardíacas o que han sufrido un ataque al corazón. Incluso la preocupación ocasionada por otras condiciones como el asma o las alergias graves puede conducir a la ansiedad.

Número 4: Disociación

La ansiedad también puede causar disociación, que es una respuesta defensiva al estrés que altera la memoria, la conciencia o el sentido de identidad. Las formas más comunes de disociación son despersonalización, que es cuando te sientes desconectado de ti mismo, y desrealización, que implica sentirse desconectado de la realidad o del entorno. La disociación generalmente se asocia con los trastornos disociativos, pero también puede ocurrir debido a una ansiedad o estrés elevados. Si experimentas un episodio de disociación, esto puede ser el resultado de tu respuesta de lucha, huida o congelamiento a la ansiedad.

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Número 5: Ciertos rasgos de personalidad

Ciertos rasgos de personalidad, especialmente el neuroticismo, se han encontrado relacionados con la ansiedad. El neuroticismo se refiere a la tendencia de experimentar emociones negativas como la ira, la irritabilidad y la autocrítica. Se caracteriza por un nivel crónico de inestabilidad emocional y vulnerabilidad al malestar psicológico. Este rasgo está estrechamente relacionado con el perfeccionismo, que a su vez se relaciona con la ansiedad. Aunque los perfeccionistas pueden parecer muy seguros de sí mismos, en realidad pueden estar preocupados constantemente por evitar el fracaso y gastar energía en preocuparse por posibles errores y sus consecuencias imaginadas. Además, las personas con el rasgo de neuroticismo tienden a responder a las experiencias con emociones negativas, lo que abre la puerta a la ansiedad.

Número 6: Depresión

La depresión y la ansiedad son dos de los trastornos mentales más comúnmente discutidos, y cada vez más se está tomando conciencia de su relación. Sin embargo, algunas personas aún consideran estas como problemas de salud mental diferentes. En realidad, ambos trastornos suelen coexistir y las personas que tienen o son propensas a la depresión también son vulnerables a la ansiedad. Esto se debe a que las dos condiciones tienen muchas similitudes. Las personas con uno o ambos trastornos suelen haber tenido antecedentes de abuso o una infancia difícil, y ambos trastornos implican un malfuncionamiento en regiones cerebrales similares, como la amígdala y la corteza prefrontal.

¿Te sentiste identificado con los puntos que mencionamos? Es importante conocer algunos de los factores de riesgo de la ansiedad para cuidar tu salud mental y encontrar formas de manejarla mejor. Si tú o alguien que conoces está luchando con un trastorno de ansiedad, no dudes en buscar la ayuda de un profesional de la salud mental calificado.

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