5 errores comunes que arruinan tus relaciones de pareja

¡Hola a todos! Nuestras experiencias ayudan a moldear quienes somos, pero también traen consigo patrones y creencias subconscientes que a veces resulta difícil sacudirse, especialmente si no somos conscientes de ellos. Cuando entramos en una relación, nuestra pareja acepta que tenemos esa ‘carga’ y nosotros aceptamos que nuestra pareja también tiene sus propios problemas que enfrentar. Los problemas surgen cuando no reconocemos ni abordamos esos patrones o acciones subconscientes y los dejamos salir sueltos, causando daño tanto a nosotros mismos como a la relación. A continuación, te presentamos cinco formas de arruinar involuntariamente tus relaciones.

Número uno: hacer suposiciones

¿Te encuentras a menudo pensando negativamente sobre tu pareja después de que no respondieron como querías o como suelen hacerlo? Es posible que estés haciendo suposiciones. Cuando tomamos un pensamiento o una creencia como un hecho, comenzamos a tener sentimientos negativos o incluso acciones negativas hacia nuestra pareja, lo que puede resultar en fricciones y discusiones.

En un artículo para Symmetry Counseling, la consejera profesional Madison Fredericks afirma que hacer suposiciones sobre las personas que nos importan puede ser tóxico. Sugerencia preguntarle a tu pareja sobre los hechos y su perspectiva, aclarar si aún tienes dudas y reconocer tus suposiciones si las has hecho. Esto limpiará el aire y fomentará más confianza e intimidad entre ambos.

Número dos: entendimientos no expresados

Los entendimientos no expresados suelen ser expectativas sobre el futuro o acuerdos que creemos que la otra persona seguirá sin que nosotros digamos nada. Sin embargo, si no comunicas lo que esperas o lo que quieres que la otra persona haga, nunca lo sabrán. Además, pensar que puedes controlar lo que sucederá en el futuro es un error. Nadie puede controlar el futuro, por lo que es importante hablar con tu pareja para prevenir malentendidos y sentimientos negativos de falta de confianza, resentimiento, enojo y desilusión.

Número tres: negarse a disculparse

¿Te disculpas con tu pareja o con los demás cuando has hecho algo mal que les ha lastimado? Según un artículo en Verywell Mind, no disculparse en una relación es una forma de arriesgarla. No disculparte transmite el mensaje de que no te importa la otra persona. También puede ser que no te disculpes porque sientes que eso te haría parecer débil o que hay algo inherentemente mal en ti.

No disculparte fomenta la desconfianza, el enojo, el resentimiento y debilita el vínculo en la relación. Disculparte ayuda a reparar las relaciones al iniciar una conversación entre las personas y hacer que se sientan cómodas entre sí nuevamente. Una disculpa sincera permite que las personas sepan que no estás orgulloso de lo que hiciste y que no repetirás ese comportamiento. Debes disculparte sinceramente, reconocer los sentimientos de la otra persona, aceptar lo que hiciste mal y aceptar la responsabilidad de tus acciones. Trabaja para cambiarlo en el futuro.

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Número cuatro: negarse a comprometerse

La negativa a comprometerse puede ser resultado de situaciones pasadas en las que te has entregado a otra persona y no has recibido nada a cambio. Esto puede generar sentimientos de resentimiento y dolor. Sin embargo, la comunicación es clave para prevenir el resentimiento y el enojo cuando llega el momento de comprometerse. Lo importante es que ambos se sientan escuchados y comprendidos. Tu pareja debe sentir que puede hacer lo mismo y tú debes estar dispuesto a escuchar. Si una de las partes siente que está siendo ignorada o no está siendo atendida, pueden surgir sentimientos negativos que luego se manifiestan en discusiones o acciones negativas. La comunicación y la expresión plena son importantes para evitar esto y fomentar la apertura, vulnerabilidad y conexión.

Número cinco: culpar y no examinar tu propio papel

¿Te encuentras o a tu pareja culpando a la otra persona con frecuencia? Más a menudo que no, tendemos a culpar a la otra persona y no asumir la responsabilidad de nuestras propias acciones debido al miedo. Sin embargo, asumir la responsabilidad crea confianza y confiabilidad. Cuando asumes la responsabilidad de tus comportamientos, demuestras a tu pareja tu disposición a ser honesto y vulnerable, lo que a su vez anima a tu pareja a ser abierto y auténtico contigo.

Tomar responsabilidad implica autoconciencia, pedir disculpas, aceptar que tus acciones afectan a tu pareja, tener una comunicación abierta, estar dispuesto a admitir cosas que son difíciles para ellos y responsabilizarte de tus propias acciones y palabras.

Resolver todos estos problemas lleva tiempo y comunicación. Está bien si no se resuelven de la noche a la mañana. De hecho, algunos de ellos solo se pueden solucionar cuando desaprendemos comportamientos y patrones que ya no nos sirven, y eso lleva tiempo. Lo importante es que te des cuenta y comiences en tu camino hacia una mejor relación contigo mismo y con tu pareja.

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