¿Eres una persona ansiosa? ¿Te llena de inmediato de temor la palabra ansiedad? Según Merriam-Webster, la ansiedad se clasifica como una inquietud, inseguridad o nerviosismo, generalmente por un mal real o anticipado.
Si bien esta palabra describe una sensación general de malestar, la experiencia de la ansiedad puede ser diferente para cada persona, manifestándose de diversas formas y en diferentes grados de intensidad. Aquí te presentamos cinco etapas de la ansiedad:
1. Ansiedad mínima
En esta etapa, puedes funcionar con interrupciones muy limitadas y tu capacidad para concentrarte en las tareas diarias probablemente no se vea afectada. Te sentirás productivo durante la mayor parte del día, ya que los síntomas físicos son mínimos. A veces, este período de ansiedad mínima puede pasar desapercibido, ya que solo afecta una pequeña parte de tu día.
2. Ansiedad leve
En este nivel, es posible que experimentes cierta tensión muscular o dolor de estómago en situaciones sociales. Sin embargo, estos síntomas suelen ser relativamente menores. A pesar de esto, aún puedes llevar a cabo la mayoría de las tareas de tu lista diaria sin problemas. No te preocupes si te resulta difícil abrirte o relacionarte con los demás. ¡Lo importante es que saliste de tu zona de confort!
3. Ansiedad moderada
Si tu ansiedad está en este nivel, es posible que tu horario de sueño sea irregular y que sufras una pérdida de apetito. Esto puede provocar que tengas menos hambre durante el día y que sufras dolores de cabeza más frecuentes. También es probable que te sientas constantemente al borde del pánico. Aunque te sientas un poco tenso la mayor parte del tiempo, aún puedes cumplir con tus responsabilidades.
Este nivel de ansiedad se caracteriza por una sensación constante de opresión en el pecho y dificultad para digerir la comida. Además, los síntomas físicos son mucho más intensos. Puedes sentirte sin aliento e incluso evitar estar con amigos y familiares, prefiriendo pasar la mayor parte del tiempo solo. La ansiedad severa también puede estar relacionada con la depresión mayor, lo que puede resultar en una falta de energía y motivación para realizar cualquier tarea.
5. Ansiedad debilitante
Si sufres de ansiedad debilitante, es posible que sufras ataques de pánico constantes y que te resulte extremadamente difícil salir de casa debido al nivel abrumador de estrés. Los síntomas de esta etapa pueden incluir sudoración, espasmos musculares, temblores, fatiga e insomnio, entre otros. Puedes experimentar una sensación extrema de temor ante las tareas más sencillas de la vida cotidiana y evitar salir de tu espacio seguro. Sin embargo, recuerda que no estás solo, hay personas que realmente se preocupan por tu bienestar.
¿En qué nivel crees que se encuentra tu ansiedad? ¿Te identificas con alguno de estos cinco niveles o estás en algún punto intermedio? Comparte tu experiencia en los comentarios a continuación.
